¿Cómo sanar al niño interior?

El niño interior

Ale – ¿De qué hablamos cuando hablamos del niño o la niña interior.?

Yvonne Laborda – Podemos estar hablando de la niña o el niño interior herido; realmente todos tenemos un niño interior. Puede estar más herido o menos herido y a veces puede estar dominando nuestra vida.

No es que haya un ser diminuto en nuestro cuerpo lo que hay «son las vivencias» no resueltas de nuestra infancia y de nuestra adolescencia. el niño interior herido son todas esas experiencias que vivimos que fueron «hostiles».

Pueden haber sido unas muchísimo más que otras. Puede haber sido violencia pasiva o violencia activa, malos tratos, abusos, insultos, comparaciones, castigos, amenazas. También son las emociones reprimidas, osea que no solo son las vivencias. A veces no estaba permitido realmente ser nosotros mismos teniendo que congelar o anestesiar parte de nuestro ser esencial, de nuestros gustos, intereses y necesidades para adaptarnos a las de mamá papá y demás adultos.

Por tanto poquito a poco nos fuimos convirtiendo en la persona que ellos deseaban que nosotros fuéramos.

¿Qué pasa en la vida adulta? Pasa que a cuanto mayor represión, mayor explosión. Y a veces en nuestra vida adulta no es sólo la adulta que domina nuestra vida, es como si la niña interior herida dominase mi vida. ¿Cómo?, a través de las reacciones emocionales automáticas, a través de mi inseguridad, de miedos, falta de autoestima, mis trastornos de alimentación, mi necesidad de controlar, de abusar, de delimitar, etc., etc..

La herida primaria

Yvonne Laborda – La niña interior herida será dependiendo de la herida primaria.

¿Qué entendemos por herida primaria? Es la distancia que verdaderamente hay hoy y que hubo entonces entre mis necesidades legítimas; lo que yo verdaderamente necesitaba de niña y adolescente y lo que obtuve. A mayor distancia mayor vacío, mayor herida, mayor inseguridad, mayor dependencia emocional.

La adolescencia

Ale – Tú me estás integrando no solo la infancia sino también la adolescencia y eso no es menor.

Yvonne Laborda – La adolescencia realmente es lo que yo llamo el segundo nacimiento, es nuestra última oportunidad para realmente convertirnos en la persona que hemos venido a ser. Ahora bien como mamá y como papá y como adulto acompañante es nuestra última oportunidad para poder dar y ofrecer al adolescente lo que legítimamente necesita o le faltó en la infancia.

Tranquilidad y silencio

Ale – ¿Cómo los padres puende no cometer los errores que quizás sí sus padres cometieron con ellos?

Yvonne Laborda – Realmente el que va a marcar el camino es el niño, la escuela es nuestra infancia y nuestra adolescencia. Si aprendemos a amar a amigos, hermanos. La responsabilidad es nuestra en el ahora.